«Cáceres el Viejo» es un enclave singular por constituir, junto con los fuertes levantados por Escipión para el asedio de Numancia, uno de los escasos ejemplos de castramentación romana de época republicana que se conocen en la Península Ibérica. Es más, si se tienen en cuenta sus dimensiones, la estructura de sus instalaciones de defensa, las construcciones de su interior (por no citar el volumen de objetos encontrados, como las armas), se trataría de una de las más vastas construcciones habidas a lo largo de la República.
Tradicionalmente Cáceres el Viejo se identificó con el emplazamiento del campamento Castra Caecilia, presuntamente establecido por los romanos en el curso de las Guerras Sertorianas y vinculado con la presencia de Metellus en Hispania. Sabido es que Metellus reunió un poderoso ejército, estimado en 40.000 hombres, dirigido a reducir el foco de resistencia lusitano y que estableció campamentos a lo largo de una hipotética vía Medellín-Gredos en Metellinum, Castra Caecilia y Vicus Caecilius. La ubicación de estos fuertes permitiría además el control de las vías de comunicación una de las cuales, la ruta Emérita-Asturica, se convertiría posteriormente en la principal arteria del Occidente peninsular. Merced a ello, Roma lograría en el año 73 a.C. finalmente frenar el levantamiento de Sertorius.
Este lugar se ha relacionado, igualmente, con la Colonia Norba Caesarina, presuntamente localizada en la ya contigua ciudad de Cáceres. Según Plinio era una de las cinco colonias de la Lusitania nominadas Caesarina apareciendo además como contributi de Norba. Es decir, el solar de Castra Caecilia, con posterioridad a su funcionamiento como fuerte, entraría en la órbita fiscal de Norba, en virtud de la norma administrativa por la que una comunidad pequeña quedaba incluida dentro de un centro más importante. A lo largo de la época imperial muestra una cierta actividad y se cita en el Itinerario de Antonino (Castris Caecili) en la vía nº 24 de la edición de Saavedra, entre Ad Sorores (Casas de Don Antonio) y Turmulos (cruce del Tajo en Alconétar).
Son varias, polémicas y bien conocidas las controversias que suscita este enclave por lo que no procede extenderse en ello. Una de ellas es la cronología del campamento de Cáceres el Viejo y su identificación con el de Castra Caecilia. Otra es laque atañe a su correlación con la mansión del Itinerario de Antonino, en la que, sin entrar en detalles, habría que valorar con precisión las distancias señaladas; éstas coincidirían en principio tanto con el lugar del campamento como con la ciudad de Cáceres, prácticamente adyacentes, si bien a la luz de los más recientes descubrimientos parece que la dirección de la vía romana cruzaba de Sur a Norte la actual capital de provincia. Como bien decía Arias, hay que hacer notar que Schulten no fue el inventor de la localización de Castra Caecilia en Cáceres el Viejo puesto que cuando el investigador alemán se acercó por primera vez a Cáceres en 1910 para hacer una excavación de sondeo algunos eruditos locales ya habían lanzado esta idea. En sus informes ni una sola vez empleó el término Cáceres el Viejo como si la correspondencia de la etiqueta con el lugar fuera un hecho evidente que no necesitara demostración. Al efecto Ulbert construye cierto silogismo cuando reflexiona de la siguiente manera: Schulten consideraba el material arqueológico resultante de sus excavaciones sobre todo como confirmación de su proceso histórico. El círculo vicioso era inevitable: Cáceres el Viejo es Castra Caecilia. Por tanto los hallazgos datan de la época de Sertorius. Puesto que los hallazgos datan de esa época, Cáceres el Viejo tiene que ser el campamento de Castra Caecilia fundado por Metelo.
Por ceñirnos a las cuestiones referidas al campamento, Schulten sostuvo que éste habría sido el fuerte fundado en el año 79 a.C. por Caecilius Metellus, y abandonado precipitadamente un año después, en el 78 a.C., al destruirlo los lusitanos de Sertorius.
En apoyo de esta teoría (duración efímera del campamento, levantado estrictamente en función de las necesidades de campaña) estaría la fragmentación de las piezas así como un pequeño altar de Serapis; igualmente, otros objetos abandonados y la evidencia de que el plomo del techo del templo apareciese fundido en el suelo. Adelantemos que, en su contra, estaría la cronología formulada por los materiales arqueológicos, demasiado amplia para percibir si la destrucción se debió a tropas lusitanas o si fue un abandono deliberado de los romanos. Habría que objetar asimismo que se trata de un yacimiento extraordinariamente rico (lo cual se habría querido justificar en virtud de la afición de Metellus por el lujo) y, si bien es cierto que estaba acondicionado para las necesidades militares, hay asimismo indicios de suntuosidad en la decoración de algunas estancias, lo que no cuadra con una breve presencia legionaria.
Artículos posteriores de M. Beltrán Lloris llevaron a conclusiones completamente diferentes de las de Schulten. Basándose en los hallazgos numismáticos y en la cronología similar que le merecieron las cerámicas, Beltrán considera que este campamento tuvo que ser abandonado poco después de los años 96-95, e identifica Cáceres el Viejo con Castra Servilia o Castra Liciniana, dos enclaves de carácter militar vinculados con las expediciones llevadas a cabo contra los lusitanos por Q. Servilius Caepio en el 139 a.C. y por P. Licinius Crassus (96-94 a.C.); en otras palabras, Beltrán no acepta que Cáceres el Viejo sea Castra Caecilia porque su cronología sería, a la luz de los hallazgos seleccionados, demasiado tardía.
En cualquier caso la variedad y el estado de conservación de las piezas le parecen indicar de modo inapelable a Ulbert que la ocupación duraría más de dos años, lo que vendría confirmado además por la calidad y la solidez de los edificios. En conclusión, este autor considera que Cáceres el Viejo sería un campamento fijo, el Castra Caecilia de las fuentes, aunque Metellus no sería su fundador sino que ocuparía un campamento ya existente, que amplió y al que dio su nombre. Respecto a su final todo parece indicar que fue destruido durante la guerra contra Sertorius.
Fuente: GONZALEZ FERNANDEZ, M.L. “Recientes investigaciones en el Campamento de Cáceres el Viejo” en Arqueología Urbana de Cáceres. Cáceres, 2007, pp. 115-141.
Documento Original: Reseña Histórica e Interpretaciones de Cáceres el Viejo
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