En el artículo del mes pasado, comentábamos, a vuela pluma, el territorio y la forma de vida de los escitas, ese gran pueblo guerrero cuyo origen parece remontarse hasta el siglo IX a.C. Sin embargo, y aunque su hegemonía sobre su vasto territorio se extendió hasta el siglo II d.C., vamos a concretar el punto temporal en el que he ubicado este nuevo proyecto literario.
Los lectores de mis novelas me suelen preguntar qué hay de real en ellas, qué es verídico de todo lo que cuento, teniendo en cuenta que suelo irme hasta la Prehistoria, donde no existen textos escritos. Pues bien, como comentábamos el mes pasado, los escitas no tienen textos propios, pero sabemos de ellos por sus vecinos, griegos, persas y chinos que nos dejaron algunos datos muy interesantes sobre este pueblo. En esta ocasión, la historia parte de un personaje real; sin embargo, no tenemos ninguna identificación de dicha persona. Solo sabemos que era una mujer, que pertenecía a la realeza y que fue enterrada en un túmulo artificial con un rico ajuar funerario. Dicho enterramiento no está fechado en un momento determinado, sino que su datación se supone entre el siglo V y el II a.C. Después de estudiar cuál de esos siglos podría resultar más interesante para ubicar mi novela, decidí que ese sería el siglo V a.C., a pesar de que sé que solo es una decisión personal, tomada de forma arbitraria e interesada para desarrollar la trama novelesca. Dicho esto, mi intención es dar unas pequeñas pinceladas de por qué este siglo y no otro fue el elegido.
El siglo V a.C. es conocido como el «siglo de Pericles». Grecia y Persiason los dos pueblos hegemónicos en el Mediterráneo oriental. En esta centuria se desarrollaron las Guerras Médicas, Grecia contra Persia, además de las famosas batallas de Maratón, las Termópilas y Platea. Grecia, con sus barcos trirremes, mantenía el poderío marítimo mientras Persia mostraba el pleno apogeo del Imperio Aqueménida.
En Grecia, en este siglo, que corresponde a la Época Clásica, se produjeron también las Guerras del Peloponeso, entre Atenas y Esparta. Muchos personajes famosos dio esta tierra para la Historia con esta cronología: Aristófanes, Sófocles, Eurípides, Esquilo, Mirón, Fidias, Policleto, Alcibíades, Anaxágoras, Arístides, Heródoto, Hipócrates y un largo etcétera de nombres imprescindibles para la historia. También fue en este momento cuando se levantó el Partenón en Atenas.
En Persia, conocidísimos reyes dominaron el panorama político de este siglo: Jerjes I (hijo de Darío I), Artajerjes I, Jerjes II (su reinado duró apenas unas semanas antes de ser asesinado) y Darío II. El rey de Persia era también faraón de Egipto. En este siglo el imperio persa alcanzó su máximo esplendor. Los persas expansionaron su imperio hacia oriente, llegando a conquistar las tierras de las actuales Pakistán e India.La religión imperante en este momento en Persia será el zoroastrismo.
En nuestra Península Ibérica se desarrollaba entonces la 2ª Edad del Hierro, con el dominio de los pueblos celtíberos (en el interior peninsular) y los íberos (junto al Mediterráneo). En el sur había desaparecido ya el reino de Tartessos y se encontraba en pleno apogeo la cultura turdetana. La dama de Elche está fechada en este siglo V a.C.
Algunos datos tenemos de otros pueblos; sabemos que los cartagineses iniciaron su expansión por el litoral mediterráneo y llegaron a África y a la Península Ibérica. En China, todavía no unificada, gobernaba la dinastía Chou y comienza entonces el periodo de los «Reinos Combatientes». En la India, el reino de Magadha se expande bajo la dinastía Nanda. Otros personajes nacidos en este siglo son Confucio, Buda y Mahavira.
Además, entre el norte del mar Negro y las tierras de China, el pueblo escita se desplaza sobre sus caballos y sus carros, pastoreando con sus enormes rebaños y entrenado para ser grandes guerreros. Los escitas establecieron relaciones comerciales con Grecia y lucharon con diferentes ejércitos, y sus prácticas guerreras siempre fueron temibles.
Este será el escenario y el marco temporal en el que se desarrollará la novela.
Fuente|María Rosario Mondéjar, colaboradora de Arqueogestión: Arqueología y Gestión Turística y Autora de la Novela histórica La premonición de Safeyce