En nuestras diversas salidas, en un primer momento solo hemos llegado al norte de Cáceres, donde a través de diversos vestigios nos hemos encontrado con la Vía Romana de la Plata que discurre desde Cáceres a Casar de Cáceres. No obstante, también la habríamos encontrado al sur de la ciudad desde el llamado Trasquilón y es que desde el Salor la vía continuaba hacia el norte para traspasar una pequeña altura conocida como puerto de las Camellas o del Trasquilón. En la casa de ese nombre se colocaron en las dependencias agrícolas varios miliarios anepígrafes de la vía. Acaso actuasen a modo de depósito de los mismos para ser repuestos tras las consiguientes reparaciones del firme.
Después del citado puerto mantiene la invariable dirección norte, para llegar al polígono de la Charca Musia, una zona donde el camino es citado en la documentación histórica como camino de Mérida, o camino Real. A finales del siglo XVIII, e incluso a comienzos del XIX, aún era reconocible el empedrado peculiar poco antes de llegar a la ermita del Espíritu Santo, zona considerada como necrópolis en donde se concentran no pocas inscripciones funerarias de las halladas en las proximidades de Cáceres, hasta donde llega por la Ronda de San Francisco. En esa zona se cumplen las cuarenta y seis millas romanas que cuenta el itinerario desde Mérida, de las que veinte corresponden a la trecho desde ad Sorores.
La mención de éste para Cáceres es la de Castris Caecilii, sin duda una derivación del ablativo plural de Castra Caecilia, un problema de historiografía local, del cual se deriva el actual nombre de Cáceres tras haber pasado por el árabe. El problema arranca de que allí mismo se situó la Colonia Norbense Caesarina.
No plantea problema alguno el acceso a la ciudad. El urbanismo actual mantiene fósiles las tramas del primitivo, observándose cómo desde el puente de San Francisco (cuya construcción data del siglo XIX) arrancan varios viales, de los que unos se adentrarían en el recinto murado y otros lo rodean. Otro tanto se observa hacia el norte, cuando un haz de calles confluye en la zona conocida como las Eras de los Mártires, por la ermita de tal advocación situada en donde hoy se halla la plaza de toros. Desde ese punto la vía se dirigía hacia el norte a través de un collado entre el Cerro del Rollo y el del Teso, para descender hacia el arroyo de Aguas Vivas y desde allí, aunque el camino no se reconozca con claridad, hacia Casar de Cáceres. Durante todo ese trayecto se desvía ligeramente hacia el oeste para buscar esa localidad.
Para algunos autores la vía originariamente circularía a algunas centenas de metros del actual casco urbano de Casar de Cáceres, aunque su disposición urbanística de una calle que lo cruza en esa misma dirección genera otras tantas paralelas entre sí y con ella, lo que hace pesar que circulara directamente bajo ella. A su salida, junto a la ermita de Santiago, se dirige a buscar el Vado de Alconétar y cruzar el Tajo.
En la actualidad la zona en la que se halla el Yacimiento Arqueológico se halla protegida por la Ley de Patrimonio Histórico, y en particular por el Capítulo 7.2., de Protección del Patrimonio Arqueológico donde se especifica dentro del artículo 7.2.1 las zonas de servidumbre arqueológica. Este yacimiento se encuentra registrado dentro del listado nº 1 que contiene elementos inventariados según diversas fuentes y cuya localización geográfica es ya conocida.
Coordenadas UTM: ETRS89 29N 722865/4378697