Situada en la parte más oriental de la comunidad extremeña, Las Villuercas, La Jara y Los Ibores, limítrofes con Castilla La Mancha, forman un bello compendio de contrastes geográficos, donde sobresalen serranías con altitudes que superan los 1.200 metros y grandes bosques con especies arbóreas como los robles, alcornoques, castaños, pinos o encinas, destacando a la par sus hermosos valles y amplias zonas de monte bajo, donde reinan auténticos mares de jaras, brezos, y cantuesos.
Una breve historia
Desde época prehistórica encontramos asentamientos en estas tierras, donde abundan en sus abrigos pétreos e interesantes pinturas esquemáticas como las de Cañamero, Castañar de Ibor o Berzocana y de época megalítica numerosos dólmenes o verracos prerromanos, como los encontrados en Villar del Pedroso, Carrascalejo o Valdelacasa del Tajo. De la Edad del Bronce data uno de los hallazgos arqueológicos más interesantes de Extremadura, el llamado Tesoro de Berzocana.
Sin duda, será la dominación romana la que marque históricamente estas serranías y valles, con interesantes obras hidráulicas o vías de comunicación, conservándose los restos de un templo romano de la ciudad de Augustóbriga, la antigua Talavera la Vieja, que se puede admirar junto al embalse de Valdecañas a poca distancia de Bohonal de Ibor.
Tanto visigodos como árabes apreciaban estas tierras, entre otras cuestiones, por su riqueza cinegética, que traería a estas latitudes incluso a los monarcas leoneses y castellanos, que gustaban de la caza mayor entre sus sierras y valles y que hoy día tiene una especial continuidad entre los aficionados a este deporte. Paso durante siglos de grandes rebaños de ovejas de la mano de la Mesta, la célebre cañada segoviana cruza estas tierras, motivará el trazado de algunas vías de comunicación que, en la Edad Media y siglos después, incluso serán utilizados por los peregrinos que se acercaban hasta el Monasterio de Guadalupe para cumplir con su devoción hacia la Virgen, cuyo hallazgo y la posterior edificación del Real Monasterio ha marcado sin duda alguna la historia de esta comarca.
Este Real Monasterio está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en él se puede admirar, además de la imagen de la Patrona de Extremadura, una interesante muestra histórica artística de miniados, pinturas, esculturas, bordados o cerámica que, en buena parte, reflejan la historia y el arte de Extremadura desde la Edad Media y siglos posteriores.
Arquitectura Popular
La arquitectura popular de estas zonas viene marcada indudablemente por el clima y la orografía, encontrándonos grandes cubiertas con chimeneas en casas de poca altura y en especial en Los Ibores y La Jara, mientras que en Las Villuercas las construcciones destacan por ser edificios de dos plantas, donde se utilizan preferentemente la madera de castaño y la pizarra. Sin duda alguna, la arquitectura de la Puebla de Guadalupe, Conjunto Histórico Artístico, merece un reconocimiento especial, observándose en algunos de sus barrios, típicos entramados de madera en la planta superior de los edificios y bellos soportales en la inferior.
Gastronomía
Desde antaño, el uso de los buenos productos naturales de la zona y la abundancia de especies cinegéticas, han otorgado fama culinaria a los fogones y restaurantes de estas tierras, algunos de ellos con tradición secular e influencia monacal. Carnes de cabrito, cordero, cerdo, caza mayor y menor junto con embutidos propios de la típica matanza extremeña con excelentes morcillas, configuran una oferta sustancial para el visitante de estas localidades, mayoritariamente serranas. Estas serranías también brindan excelentes setas, espárragos trigueros o criadillas. No olvidemos los exquisitos platos a base de bacalao con auténtica tradición monacal.
Merecida fama tienen el queso y la miel de Los Ibores, ambos con Denominación de Origen, destacando igualmente la calidad de los vinos y licores de poblaciones como Cañamero, Berzocana o Guadalupe y el aceite de oliva de Navalvillar de Ibor. La repostería monacal o casera con torta de chicharrones, rosca de muégado, piñonates, buñuelos, etc., son apreciadas en toda la región.
Recursos Estacionales
Día de la Hispanidad en Guadalupe
Cada 12 de Octubre, se celebra el Aniversario de la Coronación de Nuestra Señora de Guadalupe como Reina de la Hispanidad, acto que se hizo coincidir con el aniversario de la llegada de las naves de Colón a las tierras americanas el 12 de Octubre de 1492. Se hizo así porque la Virgen de Guadalupe es la advocación mariana que, de la mano de conquistadores, misioneros y colonizadores, más se expandió por la América Hispana. En Guadalupe, Colón se entrevistó con los Reyes Católicos antes de su partida y desde aquí se expidieron por la Reina Isabel las cartas en las que se urgía el equipamiento y partida de las naves. Después Colón, a su regreso, visitó Guadalupe y fue aquí en 1496, dónde fueron bautizados los primeros indios, Cristóbal y Pedro, traídos desde América por el Almirante.
Antes, en 1493, en virtud del cumplimiento de una promesa, Colón impone el nombre de Guadalupe a una isla de las Antillas. En 1929, se funda la Guardia de Honor que actualmente es conocida como Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe que se comprometen a que este hecho y este día sea inolvidable para generaciones futuras.
Un itinerario por la Comarca de las Villuercas
Comenzamos nuestro itinerario en la localidad de Guadalupe. Reconocida tanto por su Monasterio, declarado Monumento Nacional Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como por la belleza de sus barrios típicos, esta población ubicada en plena sierra de las Villuercas, está rodeada de magníficos y bellos parajes naturales, siendo actualmente uno de los centros marianos más visitados de España. El Real Monasterio es de estilo gótico mudéjar con una iglesia del s. XV, en la cual se venera en un hermoso Camarín la imagen de la Virgen de Guadalupe, destacando, entre otras dependencias, la sacristía del s. XVII con obras del pintor extremeño Zurbarán.
La visita al Monasterio se complementa con otras a los diversos museos que se erigen en torno a su bello claustro mudéjar, en el centro del cual se levanta un impresionante templete de este mismo estilo. La Hospedería del Monasterio, además de un referente gastronómico de la población, presenta un interesante comedor, obra del arquitecto Rafael Moneo, así como un bello patio gótico. La población, una de las más visitadas de Extremadura, responde al típico ejemplo de localidad medieval que, en torno a sus soportales y calles principales, ofrece multitud de comercios y exposiciones artesanales con productos de la comarca, así como una amplia muestra gastronómica. El Parador de Turismo se encuentra ubicado en el antiguo Colegio de Infantes o de Gramática, también de estilo mudéjar.
Desde Guadalupe nos trasladamos a la localidad de Alía. Situada en la parte más meridional de Las Villuercas, posee uno de los edificios religiosos más interesantes de Extremadura en estilo gótico mudéjar, la iglesia parroquial de Santa Catalina de Alejandría de mitad del s. XV, con tres naves. Esta población es famosa por sus telares, trabajos en forja y ebanistería y sobre todo por sus bordados. A poca distancia, en el caserío de La Calera y cercano al pico de Sobacorbas de 1.321 m., se encuentran las ruinas de un hospital del s. XV, nacido al amparo de la Escuela de Medicina del Real Monasterio de Guadalupe.
Desde Alía pasamos a la localidad de Cañamero. Famosa en toda la región por la calidad de sus vinos. Muy cercana al río Ruecas, se encuentran interesantes muestras de pinturas esquemáticas rupestres y dentro de su caserío, realizadas en mampostería con una majestuosa torre en estilo barroco, destaca su iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzmán. De época medieval es la imagen de Ntra. Sra. de Belén, que se venera en la ermita de su mismo nombre, también de época medieval.
Desde Cañamero pasamos a la localidad de Logrosán. Su iglesia de San Mateo de finales del s. XV edificada bajo la dirección de Pedro de Ybarra, tiene orígenes góticos y claras muestras de arte renacentista, guardándose en su interior una bella escultura portogótica del s. XIII, la Virgen del Carrasacal, Patrona de Logrosán. Ofrece al visitante esta población la posibilidad de conocer su interesante Museo Etnográfico, con numerosas piezas de uso agrícola y ganadero donadas por la propia población.
Desde Logrosán pasamos a Berzocana, en cuya población y término municipal se han encontrado hallazgos arqueológicos de indudable valor histórico, como son las pinturas esquemáticas de los abrigos de Canchos de las Sábanas, los Cabritos o Morales, el llamado Tesoro de Berzocana fechado en la Edad del Bronce e interesantes necrópolis romanas. De todos los atractivos históricos artísticos de Berzocana destaca su impresionante iglesia de San Juan Bautista, en estilo mudéjar y construido en el s. XV y ampliada en el XVI.
Desde la localidad de Berzocana nos vamos la localidad de Cabañas del Castillo. Está situada al pie de un abrupto macizo, sobre el cual se erige su castillo del s. XIV que perteneció a los Álvarez de Toledo y después a los Duques de Frías. Realizada en mampostería y ladrillo y con una portada en estilo mudéjar, destaca su iglesia de Ntra. Sra. de la Peña. En torno a la localidad se sitúan tres pedanías, Rotura, Retamosa y Solana.
Desde Cabañas del Castillo pasamos a la localidad de Deleitosa. Esta villa, que perteneció al Condado de Oropesa, conserva la casa palacio de los Duques de Frías, señores de la población donde habitara por un tiempo San Pedro de Alcántara. Su iglesia parroquial de San Juan Evangelista, construida entre los siglos XV y XVI, guarda en su interior una bella pila bautismal con relieves del s. XVI.
Finalizamos esta ruta por las Villuercas en la localidad de Aldeacentenera en cuyos alrededores se hallan los restos del que fuera castro prerromano de La Coraja, cuyos principales hallazgos se encuentran expuestos en el Museo Provincial de Cáceres. Una interesante reproducción de este castro se puede visitar en esta localidad, que perteneció hasta 1812 a la ciudad de Trujillo. Su ermita de Ntra. Sra. de la Roca guarda una bella imagen gótica de la Virgen con el niño, del s. XIV. Muy cercana al río Almonte conserva, sobre este afluente del Tajo, un bello puente del s. XV, conocido como Del Conde.
Un Itinerario por la Comarca de Ibores – Jara.
Comenzamos este itinerario fuera de la Comarca de Ibores, pero es de obligado paso, la localidad de Trujillo, famoso por sus numerosas iglesias, conventos y por la Semana Santa trujillana. Pero sin olvidar que aquí nacieron Francisco Pizarro, conquistador de Perú, y Francisco de Orellana, descubridor del Río Amazonas; que dejaron su huella en forma de palacios y casas señoriales. Desde Trujillo pasamos a la localidad de Guadalupe, reconocida por su Monasterio, declarado Monumento Nacional Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El Real Monasterio es de estilo gótico mudéjar con una iglesia del s. XV, en la cual se venera en un hermoso Camarín la imagen de la Virgen de Guadalupe, destacando, entre otras dependencias, la sacristía del s. XVII con obras del pintor extremeño Zurbarán. La visita al Monasterio se complementa con otras a los diversos museos que se erigen en torno a su bello claustro mudéjar, en el centro del cual se levanta un impresionante templete de este mismo estilo.
Desde la Puebla de Guadalupe proseguimos viaje hacia pleno corazón de los Ibores, a la localidad de Navalvillar de Ibor ubicada en un de las laderas de la sierra de las Villuercas y situada sobre el mismo río Ibor, Navalvillar tiene fama en la comarca por sus deliciosos quesos y sus bellos bordados. Después de degustar los famosos quesos de los Ibores en esta bella localidad nos trasladamos a la población de Castañar de Ibor, donde visitaremos su famosa cueva declarada Monumento Natural, y que ofrece al visitante la posibilidad de conocer más detalles de la misma en su Centro de Interpretación. Sus estalactitas y estalagmitas de gran belleza se observan en las diversas salas o cámaras que se encuentran a lo largo de unos 2.300 metros. Desde Castañar de Ibor pasamos a la localidad de Fresnedoso de Ibor. Enclavada en un pequeño valle y rodeado de sierra, esta población cercana al río Ibor y famosa por sus bordados, tiene como edificio histórico más importante su iglesia parroquial de San Antonio Abad de los siglos XV y XVI, con algunos elementos en estilo gótico.
Desde Fresnedoso de Ibor finalizamos este itinerario en la localidad de Bohonal de Ibor, en cuya plaza mayor se observan unos bellos soportales construidos con ladrillo y arcos de medio punto, con clara influencia mudéjar. Cercano a esta población podemos admirar los restos de un templo romano perteneciente a la antigua Augustóbriga, que fueron trasladados a este lugar para salvarlo de las aguas del pantano de Valdecañas en 1960 y que inundó su emplazamiento primitivo.
¿Qué es el Geoparque de las Villuercas?
El Geoparque Villuercas-Ibores-Jara obtuvo la distinción de “Geoparque” en septiembre de 2011 por la Red Mundial de Geoparques, y con el Geoparque Mundial, Extremadura ya con cinco espacios con denominación de la UNESCO: Cáceres (1986), el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe (1993), el Conjunto Arqueológico de Mérida (1993) y la Reserva de la Biosfera de Monfragüe (2003). El Geoparque recibió el año pasado a más de 65.000 viajeros y dispone de 137 empresas turísticas, entre alojamientos, restauración y otras empresas del sector. La riqueza geológica, exclusiva de esta zona, es la principal baza de este Geoparque Mundial, que alcanza en las formaciones de la Cueva del Castañar su máxima expresión, a lo que se une que entre sus riscos de cuarcita se encuentran algunas de las rocas más primitivas de Europa, formadas por la elevación de los fondos marinos hace más 500 millones de años. Y en ellas han resistido al paso del tiempo las huellas que evidencian como fue avanzando la vida.
Vídeos turísticos de estas comarcas extremeñas (Canal Youtube de Arqueología y Gestión Turística):
- Comarca de las Villuercas
- Geoparque Villuercas – Ibores
- Guadalupe, Luz de Extremadura
- Ruta por la Comarca de Villuercas e Ibores