Knightfall fue una serie de televisión transmitida por Canal Historia durante el 2016 y 2017 y que se compuso por dos temporadas. Esta serie es un drama histórico que recrea las cruzadas y la vida de la hermandad de los Caballeros Templarios, y más en concreto los últimos momentos de esta Orden de Caballeros ya durante el siglo XIV; narra la caída, persecución y muerte en la hoguera de los caballeros templarios orquestada por el rey de Francia Felipe IV el viernes 13 de octubre de 1307. No obstante, toda serie de televisión que suele basarse en hechos históricos tiene una parte ficticia, y este es el propósito de este análisis; separaremos la historia real de la ficción televisiva.
Como hemos dicho, la serie se estructura en dos temporadas: la primera temporada centra su visión desde la Caída de Acre en Tierra Santa a la búsqueda del Santo Grial cuando el líder templario Sir Landry, un valiente guerrero desalentado por los fracasos de los Templarios en Tierra Santa se siente revitalizado con la noticia de que el Santo Grial ha resurgido (ya que supuestamente se había perdido en Acre). Por su parte, en la segunda temporada la trama se centra en el drama personal de los personajes que ya explicaremos más adelante y en el juicio de los templarios por la Inquisición, y que como resultado los llevó a la hoguera.
No obstante, antes de adentrarnos en el análisis de la serie es preciso hacer una “visión” general del marco histórico e ideológico en el que se mueve la trama. Desde un punto de vista histórico la trama de la serie se desarrolla a finales del siglo XIII y principios del Siglo XIV, tiempo llamado por los historiadores como “Baja Edad Media”, y es el tiempo de las últimas cruzadas; y en concreto de la séptima y octava cruzada. Este es un período en el cual demográficamente la población sigue creciendo como venía haciéndolo desde siglos anteriores aunque sin embargo y, pese a las mejoras agrarias, estas no implicaban precisamente una mejora sustancial de las condiciones de vida. Por su parte, en este tiempo también fue, además, el que vería más cruzadas: todas las que quedaban por suceder, de la cuarta a la octava.
En concreto, en el periodo histórico en el que se desarrolla la trama se llevan a cabo dos cruzadas: la séptima (1248-1250) impulsada fundamentalmente por Luis IX de Francia y en la cual los cruzados tomaron Damietta y la octava cruzada en 1270 motivada no ya por recuperar Jerusalén, sino por pérdidas como la de Antioquía (1268). Luis IX partió hacia Egipto de nuevo e intentó convertir al cristianismo al rey tunecino, muriendo ante las murallas de Túnez el 25 de agosto de 1270. Con su final terminaban también casi dos siglos de cruzadas.
No obstante, de manera general, es importante entender que tanto el periodo cronológico en el que se mueve la trama de la serie como el resto del periodo medieval se enmarca en un pensamiento teocentrista, es decir, Dios es el centro del Mundo, lo cual ya nos indica la gran importancia que tiene la Religión, y en concreto la Iglesia Católica Apostólica Romana detentaba el poder en la Cristiandad. De hecho, el Papa era la figura máxima de la pirámide feudal, por encima de reyes y emperadores. No era para menos, siendo el vicario de Dios en la tierra en una época en la que la fe era tan importante no sólo en el día a día, sino a la hora de acogerse a un poder superior que protegiese a los cristianos frente al invasor musulmán (caso de la Reconquista en España, o de las cruzadas en Tierra Santa).
En lo que se refiere al Papado, en la serie aparece el Papa Bonifacio VIII que ocupa el cargo desde 1294 a 1303; este fue el último gran representante de la soberanía pontificia medieval. Su derrota en el choque con la Francia de Felipe IV cuando el monarca pretendió hacer tributar al clero francés, lo que dio lugar a conflictos entre los señores eclesiásticos y los funcionarios reales por el ejercicio de todo tipo de derechos sobre los hombres y las tierras; conflictos que, en general, se resolvieron en favor de la jurisdicción real, a pesar de las protestas de los obispos y del Papa. Ello, para el Papa Bonifacio VIII supuso mucho más que un fracaso personal; fue la derrota de la tesis del dominio universal del papado. Por eso se dice que fue el último que pretendió llevar hasta sus últimas consecuencias el universalismo pontificio medieval. Tal como se observa en la serie la muerte de Bonifacio VIII permitió a Felipe IV hacer elegir a papas franceses (Benedicto XI en 1303 y Clemente V en 1305). El rey encontró, además, en el papa Clemente V a una personalidad más maleable que estaba bajo su poder. Así que, entre otras cosas, le pidió la supresión de la Orden del Temple en 1307.
Visto todos estas premisas históricas vamos a pasar al análisis histórico de la serie en sus distintas temporadas. Como hemos dicho antes, la primera centra su visión desde la Caída de Acre en Tierra Santa a la búsqueda del Santo Grial y por supuesto a la orden del temple.
La serie comienza en una fecha clave, el 28 de mayo de 1291, San Juan de Acre, hasta entonces en manos cruzadas cayó en manos de las huestes musulmanas al mando del sultán de Egipto. En la serie se observa cómo caballeros templarios y también hospitalarios ponen una feroz resistencia a las huestes musulmanas, tal y como sucedió según las crónicas de la ápoca así como la evacuación de un buen número de personas que los templarios habían acogido y embarcarlas a salvo. No obstante, la ciudad se perdió siendo ésta la “gran epopeya de la orden del temple en Tierra Santa”. Es en este momento donde la serie empieza a mezclar la realidad histórica también con leyendas, aparece en escena el Santo Grial que en la serie se hunde en uno de los barcos tras ser éste alcanzado por un proyectil de catapulta en llamas; desde luego siempre se dijo que los Caballeros Templarios eran los guardianes del Santo Grial, no obstante no son más que leyendas que nunca han sido comprobadas con metodología científica.
Pero… ¿Qué es el Grial? Desde un punto de vista de la investigación histórica, el Grial es parte de la mitología cristiana medieval de origen incierto transmitida oralmente dentro del conjunto de tradiciones de la literatura oral y fijada luego por escrito; por lo que carece de referencias específicas en los textos bíblicos. Por su parte, desde la tradición, el Santo Grial, es el cáliz, copa o vaso que usó José de Arimatea para recoger la sangre de Jesús en la Cruz. En casi todas las versiones de la leyenda, es la misma copa o vaso usado por Cristo en la Última Cena. No obstante, dentro de esas tradiciones el grial está representado como un objeto espiritual que da la salud. Posteriormente han aparecido otras interpretaciones: Se asimila a la piedra filosofal alquímica, objeto relacionado con los caballeros templarios; modernamente y dentro de las teorías sobre el linaje de Jesucristo se asimila Santo Grial con Sangre real y se considera el grial como ese linaje.
En cuanto a la interpretación simbólica, una teoría propuesta por Peter Redgrove y Penélope Shuttle ve en la imaginería del Grial un símbolo de la matriz femenina y del ciclo menstrual. El término “Santo Grial” debe comprenderse en el sentido de Santa Sangre, es decir, como la descendencia física de Jesús, que se trasladó a las Galias y se continuó allí. El Santo Grial seria el portador de la sangre de Cristo, pero no en el sentido simbólico de un recipiente, sino de su descendencia: los portadores de su sangre. Por su parte, el filósofo francés René Guénon identifica el Grial con el Sagrado Corazón de Jesús. Para este, la pérdida del Grial simboliza al hombre desalojado de su centro original por su propia culpa, esto es, la pérdida del «sentido de la eternidad», con lo que se ve en lo sucesivo encerrado en la esfera temporal.
No obstante, dejando aparte toda la divagación sobre leyendas de templarios y el grial tenemos sin duda una de las órdenes de caballería más importantes de la Historia, éstos son los Caballeros Templarios, orden que no solo era militar sino también religiosa, eran monjes-soldados que hacían votos de obediencia, pobreza y castidad con el fin de conquistar, defender y conservar Tierra Santa. Esta orden se crea oficialmente en 1130 por nueve caballeros de la Primera Cruzada; no obstante con el paso del tiempo muchos caballeros se unieron a la orden dejando de lado su vida anterior para formar parte de la “pura caballería de Dios” bajo cuatro principios básicos: obedecer, ser casto, mantenerse pobre y consagrarse en cuerpo y alma a la conquista de Tierra Santa, así como su defensa y salvaguarda.
Por su parte, aunque la orden hacía un voto de pobreza sabemos que eran una orden muy rica que tenía en su propiedad muchísimos castillos y propiedades en toda Europa; de hecho, tal y como vemos en la serie, los caballeros templarios fueron los primeros banqueros de la historia que prestaron grandes cantidades de dinero a distintos monarcas entre los que contamos con el mismo Felipe IV de Francia quien para sanear las cuentas de su reinado atacó a los templarios acusándolos de herejía ante el Papado llevándolos a su triste final; así como también a los judíos a quienes expulsó de París y les arrebató todas sus propiedades.
Otro elemento que se ve en la serie es la jerarquía que existía en la Orden de los Caballeros Templarios así como la vida cotidiana de éstos. En lo que se refiere a la jerarquía, tomando como modelo las estructuras feudales y monásticas, la orden era una comunidad muy jerarquizada. Ningún monarca, señor ni autoridad religiosa tenían jurisdicción sobre la orden; exenta de impuestos, la única autoridad de la que dependía era la del mismo Papa. Hecho que también levantó recelos de Felipe IV, que unido a las deudas económicas que éste tenía con la orden y sus conflictos con el Papado, supondrían una amenaza para la corona ya que los templarios contaban con gran número de efectivos en Francia.
A la cabeza de la Orden de los Templarios estaba el Gran Maestre que en el tiempo en que se desarrolla la trama de la serie es Jaques de Molay que tiene su cuartel general en la ciudad de Chartres; bajo éste están los Maestres (en la serie Sir Landry es el Maestre de la ciudad de París). Tanto es Maestre como el Gran Maestre era siempre un caballero elegido por los demás de la orden, pero no estaba autorizado a tomar decisiones importantes sin el acuerdo del consejo. El Maestre estaba secundado por grandes oficiales: el senescal, que era su lugarteniente y le sustituye en sus ausencias (en la serie Landry era el senescal del entonces maestre quien muere a manos de unos “bandidos”, y a su muerte es elegido por los hermanos como Maestre de la orden en París); y el mariscal, que era el jefe militar.
A continuación venían los comendadores, luego los caballeros del temple, los sargentos y los “hermanos de armas”, los sirvientes y, por último, las tropas auxiliares. No obstante, es preciso distinguir entre los verdaderos templarios, ligados por los votos monásticos, y los caballeros y sargentos que se integraban en la orden para servir “a plazo fijo”; solo los templarios ligados por votos monásticos tenían derecho a llevar el manto blanco con la cruz roja (otorgada a la orden por el Papa Eugenio III en 1147) y los caballeros y sargentos vestían un hábito de color oscuro, negro o gris parduzco.
En cuanto a la vida cotidiana en la serie se vislumbran algunos elementos como son las comidas, las cuales se realizaban en comunidad, en silencio y servidas en escudillos, pero los alimentos eran buenos y variados. Un hermano leía en voz alta las Sagradas Escrituras; o también algunos aspectos de la regla de la Orden, la cual debía respetarse, y cada uno estaba bajo la vigilancia constante de los demás hermanos. Cada semana se reunían y el que era culpable debía confesar las faltas cometidas. A continuación se le juzgaba y se la ponía una penitencia. Nueve faltas graves eran sancionadas con la expulsión de la orden; pero el hermano expulsado no por ello quedaba libre sino que se le enviaba a una orden más rigurosa donde tenía que pasar el resto de su vida. Este aspecto se vislumbra en la serie pero de una manera más televisiva, se expulsa a un hermano pero de la orden en París, aunque como se ve la realidad es más rigurosa.
Descritos los aspectos más generales de la orden vamos a pasar a los aspectos históricos más relevantes durante esta primera temporada centrándonos en los personajes reales y en segunda instancia también ficticios como el líder templario Sir Landry, un valiente guerrero desalentado por los fracasos de los Templarios en Tierra Santa; la acción de la serie gira en torno a un triángulo del cual éste es una esquina fundamental aunque no sea real; los otros dos vértices del triángulo son el rey de Francia, Felipe IV y la esposa de éste, la reina Juana I, consorte de Francia y reina de Navarra.
Entre los personajes históricos, en primera instancia encontramos a Felipe IV llamado “el hermoso”, rey de Francia y de Navarra, y Conde de Champaña y Brie. En la serie, en la primera temporada, mantiene una estrecha amistad con el líder templario Sir Landry. Felipe IV se mueve en un reinado donde la corrupción y la falta de dinero es una constante, así como el conflicto con Inglaterra; para ello, con el fin de sanear las finanzas pide constantemente enormes sumas a la orden del temple pero también urde una serie de matrimonios para sanear las relaciones con Inglaterra como prometer a su hermana Margarita de Francia en matrimonio con el rey inglés Eduardo I de Inglaterra y posteriormente a su propia hija Isabel de Francia con el heredero inglés resultante de la primera unión (el futuro rey Eduardo II de Inglaterra).
Por otra parte, también están los conflictos con el Papado, y en concreto con el Papa Bonifacio VIII cuando el monarca pretendió hacer tributar al clero francés, lo que dio lugar a conflictos entre los señores eclesiásticos y los funcionarios reales por el ejercicio de todo tipo de derechos sobre los hombres y las tierras; conflictos que, en general, se resolvieron en favor de la jurisdicción real, a pesar de las protestas de los obispos y del Papa. Este asunto está muy relacionado con el llamado “atentado de Anagni”, episodio que ocurrió en el año 1303, y que se ve perfectamente en la serie, y que salpicó a Felipe el Hermoso, si bien él no era directamente responsable, pero aquellos que no lo sabían, dedujeron que era mejor no oponerse al rey de Francia. La muerte de Bonifacio VIII permitió a Felipe IV hacer elegir a papas franceses (Benedicto XI en 1303 y Clemente V en 1305).
El otro vértice del triángulo es la reina Juana I, reina consorte de Francia y Reina de Navarra, la cual mantiene una relación secreta con el líder templario y cuyo resultado es una hija, y como resultado la muerta de la reina a manos del propio monarca, todo una trama ficticia para dar acción a la serie; ya que Juana I fallece súbitamente el 2 de abril de 1305 en el castillo de Vincennes. Como hemos dicho antes, Juana I era la esposa del rey francés Felipe IV “el hermoso” con quien tuvo varios hijos, pero en la serie solo se destacan dos: Isabel y Luis (futuro Luis X de Francia) quien tendrá su protagonismo ya durante la segunda temporada de la serie.
No obstante, en la primera temporada la acción gira en torno a su hermana Isabel y su madre, la reina Juana en función de un supuesto “episodio histórico”, el cual nunca se produjo. Lo explicamos: Juana I de Navarra, mujer del rey francés Felipe el Hermoso que, según la serie, añora Navarra se desplaza hasta este lugar tierra desde Francia, y se entrevista con su “prima reina” puesto que dudan en casar a la princesa Isabel bien con un príncipe inglés (como así fue) o con otro que es “el príncipe Luis de Cataluña”. Pero no solo figurará este “príncipe de Cataluña” en la serie, sino también su madre, “la reina Elena de Cataluña”, figurando las “barras de Aragón” en pendones, capas reales, así como “embajadores de Cataluña” etc., y siendo además las dos reinas “primas, pues las dos son nietas de Teobaldo”.
Sí que es verdad esta afirmación en la reina Juana I de Navarra, pero nunca tuvo Teobaldo I de Navarra otra nieta “Elena, reina de Cataluña” y prima de Juana I de Navarra, ni hubo unas vistas en Sangüesa entre las dos reinas. Además, no existían una “reina de Cataluña” ni un “príncipe de Cataluña” ni unos “ejércitos catalanes”, en sentido de que fuesen independientes (pues eran ejércitos de la denominada Corona de Aragón (unión de Valencia, Mallorca o Baleares, Aragón y Cataluña y otros territorios), y su rey, el rey de Aragón, entre otros títulos asumía el de Conde de Barcelona.
Con la muerte de Juana I y la orden del Temple enfrentada a la corona de Francia, así como al Papado finaliza la primera temporada de la serie. La segunda temporada, como bien hemos dicho comienza con el protagonista expulsado de la orden por violar la regla templaria, pero es readmitido entre los hermanos volviendo a ser novicio o aspirante a caballero (algo que no es del todo cierto tal y como hemos quedado claro antes).
En esta segunda temporada la Orden del Temple es perseguida, el papa es Clemente V quien actúa según las directrices del rey francés Felipe IV. En esta temporada cobra protagonismo el príncipe Luis (futuro Luis X de Francia) quien subirá al trono tras la muerte de su padre Felipe IV quien en la serie es asesinado por el líder templario Landry antes de su huida de París junto a otros templarios que escapan de la muerte en la hoguera gracias a los Caballeros de San Lázaro o “Caballeros Leprosos”, una orden que sí está realmente documentada históricamente, fue una orden de carácter hospitalario creada siglos antes de las Cruzadas y dedicada inicialmente a asistir a los peregrinos que acudían a los Santos Lugares, después se sumaría a las otras en lo de tomar las armas para defenderlos. Pero lo más significativo de esta institución es que, como indica su nombre, cuidaba especialmente de los leprosos, con la particularidad inaudita de que incluso los admitía en sus filas. No obstante, la realidad histórica es que el rey Felipe IV fallece tras un accidente de caza, a consecuencia de un derrame en una zona no motriz del cerebro, el 29 de noviembre de 1314 en Fontainebleau.
Como hemos dicho antes, en esta segunda temporada la acción gira en torno al juicio de los templarios pero también al príncipe Luis a quien le encargan por petición de su padre la muerte de la hija de Landry y la reina Juana I quien maravillosamente sobrevivió al puñal que le dio muerte a su madre gracias al “efecto curativo” del Santo Grial; todo una trama ficticia lógicamente, aunque hay otra parte verídica que si puede verse en la serie y es el complot y traición que urde la princesa Isabel contra la esposa de su hermano Luis, quien era Margarita de Borgoña, acusada de traición al rey fue encerrada en una celda del castillo de Gaillard donde fue encontrada muerta el 15 de agosto de 1315. Por su parte, a pesar de sus reticencias la princesa Isabel fue enviada a Inglaterra para contraer matrimonio con el príncipe Eduardo.
Finalmente, hay que hacer mención del juicio y supresión de la Orden del Temple por el Papa Clemente V. Aún hoy en día no están muy claras las razones por las cuales Felipe el Hermoso arremetió fuertemente contra los templarios; algunos suponen que había quedado endeudado con ellos y no podía pagar la deuda, otros que era por la fidelidad de la Orden del Temple hacia el papa, o por las numerosas riquezas que poseían y que podrían engrosar el tesoro real. Lo cierto es que, tal como se ve en la serie, el 13 de octubre de 1307 Felipe ordenó el arresto de todos los templarios que se encontraban en territorio francés acusándolos de herejía. Las razones aducidas fueron una serie de acusaciones de un ex-miembro de la Orden, Esquieu de Floyran (1305), quien aseguraba que los templarios adoraban un ídolo de Bafomet, renegaban de Cristo y cometían sodomía, entre otras cosas escandalosas. Los arrestados sumaban unos dos mil templarios, entre ellos el Maestre General de la Orden, Jacques de Molay.
La detención de los templarios sin la autorización del pontífice, de quien dependía directamente la Orden, provocó las protestas de Clemente, pero Felipe lo convenció presentándole las confesiones obtenidas bajo tortura. Consiguió así que el Papa promulgara la bula Pastoralis praeminens, que decretaba la detención de los templarios en todos los territorios cristianos. No contento, Felipe obtuvo del Papa una instrucción general por la que se condenaba a la hoguera a aquellos que se retractaran de sus confesiones. Así el 12 de mayo de 1310, en París, fueron quemados 54 templarios. Otros murieron a causa de las torturas o en la cárcel.
Presionado por el rey francés, Clemente convocó en 1308, mediante la publicación de la bula Regnums in coelis el Concilio de Vienne. Celebrado entre octubre de 1311 y mayo de 1312, alumbrará la bula Vox in excelso por la que se suprimía la orden templaria:
Observamos también que en otros casos la iglesia romana ha suprimido otras órdenes por motivo de mucha menos gravedad que los mencionados anteriormente, sin que haya que recriminar a quienes esto hicieron por sus hermanos. Así, pues, con el corazón triste, no por la declaración definitiva pero si por la decisión Apostólica u ordenanza, suprimimos, con la aprobación del consejo sagrado, la Orden de los Templarios, y su regla, hábito y nombre, por decreto inviolable y perpetuo, y completamente prohibimos que alguien de aquí en adelante entre en la orden, o recibe o lleve puesto su hábito, o se comporte como un templario. Si alguien actúa de esa forma, ya sea abierta como secretamente, incurrirá en la excomunión automática.
Clemente V, Vox in excelso
Bibliografía
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Valdeón. J. (1971).Historia General de la Edad Media, siglos XI al XV. Editorial