Cuando sales a los caminos en bicicleta en busca del pasado, ya sea antiguo o más reciente sabes que de una u otra manera este se mostrará y sorprenderá como bien hizo el hallazgo de estos esgrafiados en forma de dragón sobre la pared de una propiedad en el término municipal de Malpartida de Cáceres. Mi amigo bloguero, Rubén Núñez, de Cáceres al detalle los enseñó hace algún tiempo en su blog y me gustaron muchísimo, pero desconocía su posición hasta que en nuestra última ruta en dirección a la zona del Lancho, en Arroyo de la Luz pasamos por casualidad por una calleja entre parcelas y huertas tras dejar atrás el Molino y la Presa de la Charca del Lugar. Iba totalmente inmerso en mis pensamientos cuando de repente este mural draconiano apareció para mostrarse ante nosotros.
Como hemos dicho antes, se trata de una serie de dibujos en esgrafiado. Una técnica que consiste en un revestimiento mural decorativo del tipo de los revocos, que se realiza con un mortero (cemento, cal, yeso o barro) y un material de relleno (arena, paja o ladrillo triturado). Produce un efecto relieve sobre la fachada. Esta técnica se utiliza tanto para decorar las fachadas como los interiores de los edificios, también es usada en cerámica.
Cronológicamente podríamos situar estos particulares esgrafiados entre la segunda mitad del siglo XIX hasta el siglo XX cuando se pondría de moda como decoración de las viviendas de familias adineradas. Esta datación también nos la ofrece los muros en los que se hallan, parecen ser relativamente recientes ya que el arco que hace de puerta a la propiedad, apuntado, y ejecutado en cantería parece ser más antiguo. No obstante, ello tampoco nos dice gran cosa ya que es bien sabido que posteriormente a la cronología facilitada la gente humilde imitaba esta forma de decoración, y de este modo el esgrafiado arraigaría en la tradición arquitectónica de la época produciendo una evolución y modernización de la arquitectura rural.
Analizando un poco los elementos que aparecen en este mural en primera instancia llaman poderosamente la atención las dos figuras de dragones que parecen guardar la puerta de propiedad. Estos dragones son “clásicos”, son los dragones que normalmente se representan en la heráldica medieval, generalmente representando la Némesis de los héroes de las leyendas. Suelen tener un armazón impenetrable de escamas brillantes y están dotados de cuatro poderosas patas acabadas en garras. También se destaca una cola acabada en punta de flecha y por norma general dos alas parecidas a las de los murciélagos.
Por su parte, existen dos elementos muy claramente relacionados con el medio acuático. El primero es la presencia de la figura de los peces que parecen nadar en un friso bajo las patas de los dragones y que antaño posiblemente adornaran también la parte superior de la puerta por encima del arco. Su simbología es muy extensa en distintas culturas; el pez era sagrado para la mitología greco-romana, donde se celebró el significado simbólico de cambio y transformación. Para los cristianos es un símbolo de la abundancia y la fe como se observa en la historia bíblica de los peces y los panes. No obstante, tradiciones paganas reconocen la pesca como un símbolo femenino de la fertilidad y un atributo de la diosa. El agua es el símbolo natural de la corriente de la principal y primigenia Madre Divina, y como tal, todas las criaturas del agua (incluidos los peces), son aspectos de la fertilidad y el poder de la deidad femenina.
El segundo de estos símbolos acuáticos es la presencia de la tortuga que también según la tradiciones paganas podríamos asociar con esa creencia relacionada con el agua como Madre Divina donde se incluiría este animal; no obstante se le asocia a distintas cosas según el medio en el que habita. Si es la tortuga terrestre debido a su capacidad longeva se le asocia culturalmente a la sabiduría, y si es la tortuga marina, dada su capacidad de poder viajar durante muchos kilómetros se le asocia a la tenacidad y al valor. Por su parte, la que tenemos representada en nuestro esgrafiado parece ser el primer tipo por lo que el significado que le damos es el de la sabiduría, al igual que la presencia del libro abierto. En conjunto, en mi opinión personal (cada uno puede opinar libremente), y habiendo analizado un poco los elementos parece ser que los dragones están guardando las puertas (tal vez del infierno) haciendo alegoría al apocalipsis y que los peces sean la representación de Dios, el libro es la Biblia y las tortugas mirándose mutuamente sean una mención al tiempo, a la longevidad, a la eternidad tal vez. Esta es mi interpretación personal, cada uno que lo interprete como quiera.
Fuente|
«El esgrafiado en la comarca de la Carballeda». Autores: Francisco Vega Ballesteros y Silvia Aguirre Sierra, con la colaboración del Ayuntamiento de Manzanal de Arriba y la Diputación de Zamora.
“DRAGONES, una historia ilustrada” DR.KARL SHUKER
UTM: ETRS89 29N 713698/4370332