Qué duda cabe que a lo largo del tiempo, desde época romana hasta los tiempos más recientes, en Extremadura, dada la escasez y poco caudal de los arroyos, ha sido necesario agudizar el ingenio; y resultado de ello son las numerosas presas construidas en nuestra región a lo largo de todas las épocas. No obstante nosotros vamos a acercarnos a las que se construyen entre los siglos XVI al XVIII las cuales se inspiran en las presas romanas por excelencia, muros de fábrica con contrafuertes, y cuya finalidad más normal fue la generación de fuerza motriz para la molienda del trigo y otros cereales, si bien se usaron también para abastecimiento de poblados, abrevadero de ganado, lavadero de lanas y criadero de peces.
En Extremadura existen numerosos ejemplos de estas magníficas infraestructuras hidráulicas, pero en esta ocasión vamos a abordar el caso especifico de la presa que existe en el Casar de Cáceres y que forma la actual “Laguna del Casar o Embalse del Prado”. Según Tomás López esta estructura se lleva a cabo en 1507; fecha que parece corroborarse en el Diccionario de Pascual Madoz. No obstante, no presentaba el aspecto que hoy día luce, sino que en su origen la presa tenía dos tramos con características muy similares el uno respecto al otro: un paramento coronado por sillares de granito y que se extienden hasta la cimentación de la estructura dispuestos a soga; por su parte, el cuerpo de la presa es de mampostería granítica sellada con algún tipo de mortero arcilloso o con cal para garantizar su impermeabilidad. Por su parte, a día de hoy la parte exterior de la presa (contención) también permanece oculta por el relleno del camino que hay tras la construcción, pero parece ser que bajo este relleno existen contrafuertes.
Hecha esta descripción de lo que sería el conjunto de la presa basándonos en lo que actualmente se ve haremos un pequeño resumen de lo que serían los dos tramos que la compondrían en su forma original: el primero de los tramos tenía unos 110 metros de longitud y 5 metros de altura; era donde se encontraba el aliviadero original y donde se hallaba, adosado al paramento, un molino. Este sería desmantelado en los años 70 y, junto al tramo de la presa, la vaguada se rellenó. No obstante, se intuye la disposición de lo que fue el primer tramos de la presa ya que el actual paseo fluvial se construyó siguiendo su mismo trazado de esta y se encuentra bajo el paseo fluvial sirviendo de cimentación.

En cuanto al segundo de los tramos, era más largo que el primero, tenía unos 172 metros de longitud y una altura similar al otro siendo este el que hoy se conserva. Estaba dotado de un aliviadero con un canal que guiaba el agua hacia la zona de huertas, aunque en los años 70 con la construcción de una serie de edificios en la vaguada del arroyo, se desvió el lecho del cauce principal que discurría por lo que actualmente se conoce como “Ronda de Pescadores”. Este tramo tampoco se libraría de remodelaciones ya que la estructura interna de la presa (trasdós) se rellenó para que sobre ella pudieran circular los vehículos, además de proteger el paramento en contacto con el agua para evitar filtraciones sobre el relleno del trasdós.
Fuente| PLASENCIA LOZANO, P. “La Presa Renacentista del Casar de Cáceres”, Norba-Arte, Vol. XXVII, 2007, pp. 9-28.
UTM: ETRS89 29N 721506/4381859