La Ciudad de Gelonos , aspectos generales y particularidades

Introduccion: Reflexiones de la autora

A la hora de preparar el presente artículo, y dado que las publicaciones no están siendo muy regulares, he preferido, más que dar nueva información (que también la doy), hacer una recopilación de los datos más importantes que hemos ido desmenuzando a lo largo de 2020, para volver a retomar temas interesantísimos sobre este pueblo tan extraordinario del que poco o nada conocíamos hasta ahora. También me gustaría recordar que todos los artículos forman parte de la investigación que estoy llevando a cabo para una nueva novela que tardará en ver la luz, puesto que el proceso de estudio y la recopilación de datos está resultando una tarea verdaderamente compleja.

Algunos datos generales: recopilando información

Hemos hablado ya sobradamente de los escitas como pueblo nómada que se desplazaba por las inmensas estepas euroasiáticas para alimentar a sus inmensos ganados. Además sabemos que era un pueblo guerrero, en lucha siempre contra tribus afines y también como mercenarios para grandes ejércitos, donde eran requeridos y buscados por su calidad como arqueros. También hemos hablado de las mujeres escitas, mujeres que montaban a caballo y que eran entrenadas para la guerra, aunque resulta curioso que no se hable de ellas en las crónicas. Esto nos hace suponer que defendían sus caravanas de carros y sus ganados cuando los hombres viajaban lejos a luchar. Durante mucho tiempo se pensó que estas mujeres eran las Amazonas que nombraban los griegos, pero ya vimos que estudios recientes desmontan esta hipótesis.

La vida del escita era una vida entregada al entrenamiento para la lucha. Es conocida la habilidad que tenían para disparar flechas montados a un caballo y también se sabe que eran capaces de cambiar de montura al galope. Para las batallas usaban diferentes armas, pero los hombres manejaban con frecuencia el arco, la espada, la lanza corta y el látigo. Las mujeres usaban el arco y las flechas principalmente.

Su alimentación dependía de sus ganados, mayoritarios de caballos, pero también tenían vacas, cabras y ovejas. De ellos obtenían carne, leche, lana y cueros, y de la fermentación de la leche de yegua obtenían una bebida alcohólica muy apreciada por ellos, el kumis. Los escitas también bebían vino en las grandes celebraciones, generalmente importado de los griegos. También importaron cereal, y esto propició que una parte del pueblo nómada se instalara de forma sedentaria en algunas zonas aptas para el cultivo de estos productos.

Tuvimos oportunidad de comprobar que su territorio era rico en minas de oro y que estas fueron explotadas desde la Prehistoria. En sus tumbas se han encontrado numerosos objetos de este metal. Sin embargo, parece evidente la factura griega en muchas de las obras de orfebrería escita, lo que indica una constante relación entre los dos pueblos.

No tenemos restos de ciudades escitas, pero sí existió una ciudad que perteneció a este pueblo, la ciudad de Gelono, una población con muros de treinta estadios de largo, habitada por el mestizaje de griegos y escitas y que hablaban la lengua irano escita. La ciudad fue quemada por los persas y a día de hoy los arqueólogos siguen buscando su emplazamiento, aunque las excavaciones de Bilske Horodyshche, cerca de Poltava, en Ucrania, se postulan como los posibles restos  de esta ciudad, aunque no está confirmado ni parece que lo estará próximamente.

Posible localización de la ciudad

Hay dos aspectos importantes en la vida de estos hombres: la guerra y el más allá. Durante la vida, el escita iba de campaña bélica en campaña bélica. Y cuando el momento de partir al otro mundo llegaba, los rituales mortuorios transformaban la actividad del pueblo para que el rey o personaje insigne cruzara el umbral de la muerte con un monumento funerario y un ajuar digno de su categoría social. En la actualidad, la mayor fuente de información la proporcionan las excavaciones de estas tumbas. Hablaremos de ellas de forma monográfica en próximos meses y también hablaremos de los guerreros, sus tácticas, sus armas, sus batallas.

Bibliografía

HERODOTO. Libro IV. Editorial Gredos (traducción 1969)

ROLLE, R. The world of the Scythians (1989)

AUTORIA|María Rosario Mondéjar, colaboradora de Arqueogestión: Arqueología y Gestión Turística y Autora de la Novela histórica La premonición de Safeyce

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