La tradición nos ha rescatado de la Orden del Temple grandes tesoros, conocimientos ocultos y otros misterios. Signos y símbolos tallados en la piedra de las numerosas construcciones diseminadas por nuestra geografía que nos habla de los grandes enigmas del cristianismo. El Arca de la Alianza, el Grial, riquezas traídas de Jerusalén y numerosas reliquias supuestamente pertenecientes a Jesucristo y a cuantos le rodearon. Pero la realidad posiblemente sea otra. Tal vez fueran los mismos caballeros los que alimentaran su propia leyenda para conseguir el poder que llegaron a ostentar. Dos siglos de primacía y un cruento final, en algunos casos.
La Orden del Temple fue construida bajo el compromiso de rígidas reglas cistercienses. En su condición de monjes, los templarios debían asistir a los maitines y oír la Santa Misa. La norma sólo les concedía derecho a alimentarse con pan y agua, a usar vestiduras humildes, a dormir sobre un sencillo jergón, a vivir en la abstinencia y a trabajar por la Orden. Con el paso del tiempo la Orden comenzará a corromper sus costumbres debido a las riquezas y posesiones que llegaron a acumular, lo que les permitió vivir ostentosamente sin respetar ninguna regla, luchando contra todo lo que se opusiera. Trajes impolutos para la vida cotidiana y vestimentas también impecables para la guerra, que complementaban con un casco de hierro, yelmo, espada de doble filo, una lanza de madera y un escudo; y tres cuchillos, para comer, para los trabajos domésticos y para la lucha.
Tras la pérdida de Jerusalén y los lugares santos, los objetivos de la Orden quedan suprimidos y sus caballeros disueltos por el Papa Clemente V. Algunos corpúsculos templarios se integraron en otras órdenes religiosas como la de los Hospitalarios que se harán cargo de sus posesiones. La Orden quedó extinguida el 13 de marzo de 1312. Observamos la bandera flameando en la torre, la cruz roja, orgullo de la cristiandad.
Itinerario I: Provincia de Cáceres
Empezamos la búsqueda de las huellas de los caballeros templarios en Extremadura en la localidad de Jarandilla de la Vera; en esta localidad iniciamos este sintetizado recorrido buscando algunos de sus enigmas en el norte de Cáceres, en las laderas de Gredos y allí, engullida por las edificaciones de la población nuestro primer templo, los oscuros muros de la iglesia fortaleza de Santa María de la Torre, en Jarandilla.
Desde Jarandilla seguimos los pasos de estos caballeros hacia la localidad de Hervás donde encontramos una ermita junto al río, consagrada a los mártires templarios San Gervasio y San Protasio. Deslizamos las manos sobre los fustes de unas columnas templarias ubicadas en una de las calles del pueblo, palpando los relieves, las incisiones, las líneas, buscando alguna clave oculta que nos revele el secreto mejor guardado, la raíz de la sabiduría, de los conocimientos ancestrales. En 1310 fray Rodrigo Yánez, maestre de los reinos de Castilla y León, fue apresado junto a sus vasallos y acusado por el papa Clemente V de apostasía. El tribunal de la inquisición los juzgó, pero fueron absueltos; aunque meses después la Orden fue disuelta y sus tierras confiscadas.
Desde el corazón del Valle del Ambroz seguimos la estela de los templarios en Extremadura desplazándonos hacia la población de Garrovillas de Alconétar y desde allí, buscando el célebre Puente de Alconétar a la localidad de Coria. Entre Coria y Cañaveral, descubrimos el Puente de Alconétar, trasladado en los años sesenta, desde su ubicación originaria, para salvarlo de las aguas del embalse de Alcántara. En dicho punto los Templarios edificaron una fortaleza aprovechando los muros de un templo romano y de una aldea que sería destruida durante las guerras de reconquista. Sus habitantes poblaron la vecina Garrovillas. En aquella fortaleza, nos cuenta la leyenda, los caballeros protegían, entre otras reliquias, un mantel al que fue invocado por sus custodios se cubría toda clase de presentes. Este mito hubiera pasado desapercibido si tras la extinción de la Orden, no hubiera aparecido otro misteriosos mantel, junto a otros asombrosos objetos, enterrados en el subsuelo de la Catedral Vieja de Coria, mientras se realizaban los trabajos de construcción de la que sería la nueva catedral. Aquellos objetos ocultos en unos cofres pronto fueron declarados sagrados por el Papa y el mantel, autentificado como el Mantel de la Sagrada Cena; por lo tanto no podemos dejarlo atrás y finalizaremos nuestro viaje en la provincia de Cáceres por el pasado templario en la localidad de Coria para contemplar su famosa tela sacramentada.
Itinerario II: Provincia de Badajoz
Con lo anterior no queremos decir que en la provincia de Badajoz no hubiera presencia de la Orden del Temple, donde por supuesto que sí la hubo, y es por ello que empezamos este itinerario en la localidad de Alburquerque, donde visitaremos uno de los castillos medievales más importantes construidos en España. Desde Alburquerque nos trasladamos a la histórica localidad de Olivenza, con sus calles blancas y sus balcones y ventanas enrejadas. Atravesamos la Puerta del Calvario y accedemos a la fortificación, construida sobre la alcazaba conquistada a los árabes. Junto a la fortaleza, una iglesia, Santa María del Castillo, y también cerca la iglesia de la Magdalena, con la imagen de la misteriosa dama, el presunto amor oculto de Jesús. Contemplamos el Árbol de Jessé en Santa María y esperamos descubrir el misterio que historiadores, divulgadores han expuesto sobre la descendencia de Jesucristo, pero no encontramos nada que nos demuestre tal evidencia.
Desde Olivenza nos acercamos a Alconchel, y pronto irrumpe el Castillo de Miraflores, sobre campos de olivos y encinas construido sobre los cimientos árabes, insinuando su antiguo poder. Bordeando las laderas rocosas vamos descubriendo los muros de la fortaleza, reviviendo el misterio de aquel tiempo. Y la muralla reconstruida hace que el misterio se desvanezca, como alguna vez se desvaneció la Orden del Temple y con ellos sus presuntos tesoros.
Finalizamos nuestra ruta en la localidad de Jerez de los Caballeros, una de las posesiones más importantes del Temple en Extremadura. Atravesamos la Puerta de Burgos, por donde los antiguos caballeros accedían al castillo tras proteger las posesiones cristinas. Muros medievales, escalonados calles, empinados senderos que nos llevan a las fortalezas. Pasillos oscuros, torreones infernales donde la tradición sitúa el ajusticiamiento de los últimos caballeros del Temple.