Esta ruta guiará al viajero por las comarcas de La Siberia y la Serena, en la zona Este de Extremadura. Unas comarcas en las que el agua es uno de los principales protagonistas. Cinco grandes embalses han convertido la zona en un paraíso para las aves y para los amantes de los deportes acuáticos. Situados en la zona del este de Extremadura, entre las comarcas de La Serena y La Siberia, los cinco embalses ofrecen un atractivo paisaje del que podemos disfrutar en cualquier época del año.
La ruta de los embalses ofrece al visitante la posibilidad de descubrir una de las zonas más impresionantes y poco conocidas de Extremadura. En cualquier época del año se puede disfrutar de la naturaleza en todas sus facetas. Son lugares ideales para los amantes de las aves y para practicar birdwatching. Un paraíso para practicar deportes náuticos, para la pesca, para el senderismo… las posibilidades son prácticamente infinitas.
Descripción del Itinerario
Comenzamos nuestro itinerario en la localidad de Navalvillar de Pela que se encuentra integrada en uno de los parajes naturales más importantes de esta comarca, la Zona de Especial Conservación y la ZEPA Embalse de Orellana y Sierra de Pela, que guarda entre su densa vegetación, bosque y matorral mediterráneo, una flora y fauna de indudable valor medioambiental. Esta población, en cuyas cercanías se encuentran los restos de la que fuera antaño población romana de Lacipea, cobra gran fama regional en el mes de enero por la celebración de su Fiesta de declarada de Interés Turístico Regional de “La Encamisá”, que tiene a jinetes y caballos como principales protagonistas de un festejo donde los miles de visitantes son obsequiados con buen vino de pitarra y buñuelos. Entre los edificios religiosos destacables de Navalvillar de Pela figura la iglesia parroquial de Santa Catalina del s. XVIII y de una centuria anterior la ermita de La Caridad.
Desde Navalvillar de Pela nos trasladamos a la localidad de Orellana la Vieja situada a orilla del pantano de Orellana y en plena Zona de Especial Conservación (ZEC) y ZEPA Embalse de Orellana y Sierra de Pela, perteneció al antiguo Señorío de Juan de la Cámara en el s. XIII, pudiéndose hoy día aún observar los interesantes restos del que fuera en otro tiempo palacio-castillo de los Beljida. Su iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción está construida en el s. XVI. Esta atractiva población para los amantes de las actividades náuticas y de la pesca, cuentan con una moderna Hospedería de Turismo ubicada a escasos metros de este embalse, donde se preserva un importante número de aves autóctonas y migratorias.
Desde la Población de Orellana la Vieja nos trasladamos a sus inmediaciones, al Embalse de Orellana y Sierra de Pela donde encontramos (si viajamos en verano) la llamada “Playa del Embalse de Orellana” que obtiene desde hace años la Bandera Azul que acredita la calidad de sus aguas y sus instalaciones para el baño durante la temporada de verano. Por lo tanto, además de disfrutar del paisaje de montes, serranías y los llanos típicos de esta zona, podemos practicar deportes náuticos como vela, windsurf, piragüismo… o pasar una jornada de playa en época estival sin salir de Extremadura.
Desde la Playa de Orellana, nos trasladamos a otro de los grandes Embalses extremeños, el Embalse del Zújar que es el más antiguo que el de La Serena y está situado aguas abajo con respecto a este último. Cercano a este embalse nos vamos la localidad de Puebla de Alcocer que fue Vizcondado que perteneció al importantísimo Condado de Belalcázar, distante a pocos kilómetros en tierras cordobesas, aunque hasta el s. XV dependió de la ciudad de Toledo. De este pasado histórico se conserva su majestuoso castillo hoy restaurado, que fue realizado en la segunda mitad del s. XV, desde el que se observan unas maravillosas panorámicas de toda la zona y a cuyos pies se encuentra su caserío, en el que se pueden observar algunas edificaciones señoriales como el palacio del Duque de Osuna, la Casona de San Juan de la Puebla, la Casa de la Inquisición, sin olvidarnos de su atractiva Plaza Mayor. Su iglesia parroquial de Santiago es de estilo mudéjar y en ella se encuentra enterrado el Maestre de Alcántara Gutiérrez de Sotomayor.
Desde Puebla de Alcocer nos vamos a la localidad de Cabeza del Buey, para ver un lugar que sorprende por su rareza: el Cerro Masatrigo. Se trata de un cerro de forma cónica casi perfecta, que está situado en mitad de las aguas del embalse formando una especie de isla. La carretera lo rodea por ambos lados, formando un anillo a su alrededor.
Desde Cabeza del Buey nos trasladamos a la localidad de Talarrubias en cuyos alrededores se pueden visitar las pinturas rupestres esquemáticas de La Panda, que junto a los restos paleolíticos de la finca La Hoya y algunos castros célticos, indican la ocupación de esta zona en tiempos remotos. Su iglesia parroquial de Santa Catalina está realizada en estilo gótico, observándose interesantes elementos renacentistas y mudéjares. Nos llama la atención las bellas ermitas de Ntra. Sra. del Carmen del s. XVII y en estilo rococó su interior, la de San Roque, obra gótico mudéjar y del s. XVIII la de La Coronada. Su arquitectura popular tradicional es rica en ejemplos de casonas de labradores hidalgos de los siglos XVI al XVIII, como es el caso de la Casa del Patio. Resulta llamativa su Fuente Trifón originaria de la Edad Media.
Desde Talarrubias continuamos itinerario hacia el Embalse de García Sola. Cerca de la presa del Embalse de García Sola (también conocido como Embalse de Puerto Peña) encontramos una zona acondicionada para baño en verano y para embarcaciones de pesca y recreo. Hay un aparcamiento a la derecha de la carretera y un bar-restaurante junto al agua abierto todo el año.
La siguiente parada de esta ruta es la localidad de Herrera del Duque que debe su nombre a su pertenencia durante siglos del importante señorío que los Duques de Osuna tuvieron en esta comarca y así, es fácil hoy día encontrar bellas casas señoriales que nos recuerdan su pasado histórico. Son muchos los hallazgos que demuestran el asentamiento de pueblos prerromanos, romanos, visigodos y musulmanes, pero sin duda, la llegada de las órdenes militares como la de Alcántara dejaría su huella en algunos de sus edificios más sobresalientes, como es el caso de su castillo realizado en mampostería y ladrillo y mandado construir por el maestre de la Orden de Alcántara Gutiérrez de Sotomayor, sobre otro posiblemente de origen árabe. Su iglesia parroquial de San Juan Bautista es una obra del s. XV y aún se conservan los interesantes restos del que fuera convento de observantes franciscanos fundado en 1517. Su Plaza Mayor, completamente porticada, es uno los lugares más emblemáticos de esta población que perteneció también al Ducado de Béjar y al Vizcondado de Puebla de Alcocer.
En verano el principal atractivo de esta zona es la cercana localidad de Peloche, cerca de Herrera del Duque. En esta localidad se halla una playa de cemento y otra de arena lavada. La zona de baño está rodeada de árboles y entre las instalaciones podemos encontrar un merendero, chiringuito, parque infantil.
Desde Peloche nos trasladamos a la localidad de Castilblanco, cuyo término municipal perteneció durante siglos al Monasterio de El Escorial hasta finales del XIX. La arquitectura popular de esta población, tiene en los barrios de “Picocerro” y “Perchel” dos buenos ejemplos de la influencia árabe, que aún hoy día se mantiene en las blancas edificaciones tan comunes en algunas de estas localidades serranas. De estilo mudéjar es su iglesia parroquial de San Cristóbal, construida en el s. XV y situada en la zona conocida popularmente como “el castillo”.
Finalizamos esta ruta por los grandes embalses extremeños en el Embalse del Cíjara. El embalse del Cíjara es otro de los destinos preferidos por pescadores de toda España. El embalse también es perfecto para la práctica de deportes náuticos. Toda esta zona forma parte de la Reserva Natural del Cíjara, que se extiende por localidades como Helechosa de los Montes, Herrera del Duque, Fuenlabrada de Los Montes, Villarta de los Montes y Bohonal.